Trail running review

Galicia Calidade en los 21k Costa da Vela

Los 21K Costa da Vela contaban este año con su tercera edición. Una edición en la que se pronosticaba un día estupendo de sol y buen tiempo y en el que además de correr podríamos disfrutar de un paisaje 100% Galicia Calidade. ¿Hay una combinación mejor?

Un espacio natural y un recorrido por la costa a lo largo de 21 kilómetros de “semi trail” que hoy puedo decir que recomiendo al 100%. Una carrera a la que sin duda alguna seguiré acudiendo siempre que pueda.

Un paraíso natural

El lugar de salida, Aldán y el de llegada, Cangas. En la tierra del marisco, la península de Morrazo se convertía el domingo en el punto de encuentro de tantos y tantos participantes dispuestos a disfrutar la costa de otra forma: corriendo. Y ahí estábamos todo el equipo, una vez más, lanzándonos a la aventura. Unos más rápido, otros más despacio, pero siempre con altas dosis de compañerismo y buen humor.

21k costa da vela

El paisaje no podía ser más especial y prometedor. Y es que aunque la Costa Da Vela apenas presenta una distancia de 6 kilómetros de un lado a otro, en su recorrido perimetral esconde paraísos que merece la pena recorrer y nosotros decidimos hacerlo sudando, corriendo y algunos, sufriendo un poco. Pasando por el faro de Cabo Home, de los más altos de Galicia, sobreviviendo a la subida del Monte do Facho con la lengua fuera o disfrutando de los acantilados  de Donón con más de 150 metros de altura y con vistas a las Cíes…increíbles paisajes que esconde Galicia y que combinados con la pasión de correr, no podía suponer una experiencia mejor. Aldán, toda la costa de la Vela, los faros, playas de Barra, Nerga, Liméns y Santa Marta hasta llegar a la zona de Massó, donde conquistamos la meta.

21 kilómetros de paisaje natural

21k costa da vela Estos 21k Costa da Vela llaman y tienen filón. Prueba de ello es que este año éramos 520 los participantes, 120 más que en la edición anterior aunque por lo que parece, no todos terminaron (desconozco si más de uno optó por quedarse en alguna de las playas que atravesamos dándose un chapuzón y es que el día acompañó mucho).

Pero como en todas las carreras tiene que haber un pero y a pesar de haber sido preciosa, siempre hay que sacar una pequeña “puntilla” en vistas de mejorar para futuras ediciones. Y la mía se resume en: más agua por favor. El segundo avituallamiento llegó tarde (a mi juicio). Con el calor que hacía ese día sumado a correr por la playa en un par de ocasiones antes de llegar al segundo punto de agua, creo que no habría estado mal incluir otro punto más o adelantar el segundo. También destacar que los mejillones a la llegada estaban muy ricos pero que mi cuerpo pedía más buenas dosis de fruta o frutos secos pero los que corremos más despacio no tuvimos la suerte ni de catar la fruta.

Con todo, una carrera preciosa, dura, pero con un paisaje espectacular. ¿Nos vemos el año que viene?

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