Seguro que a muchos os suena “eso de la prueba de esfuerzo”. Pero ¿realmente sabéis en qué consiste y por qué es tan importante? Por poneros un ejemplo sencillo: si vamos a realizar un viaje largo con nuestro coche y le hacemos una puesta a punto para comprobar que todo esté correcto ¿no creéis que con nuestro cuerpo deberíamos hacer lo mismo?
Como deportista popular, no tenía conocimiento hasta hace relativamente poco sobre esta prueba ni si realmente era necesaria. Creo que todos cometemos el error muchas veces, por desconocimiento, de entrenar por encima de nuestras posibilidades y dicho de forma coloquial, a veces “petamos”. [ctt template=»7″ link=»7yl3K» via=»no» ]Es importante conocer nuestros parámetros fisiológicos para poder analizar los puntos débiles o de mejora y poder atacarlos de una forma correcta e inteligente. [/ctt]De este modo evitaremos muchas horas de entrenamiento “basura” y trabajaremos mejor sobre nuestros objetivos deportivos.
Para empezar, antes de comenzar con cualquier programa de entrenamiento deberíamos saber cómo se encuentra nuestro organismo y cómo responde frente al estrés y el ejercicio físico intenso. Con lo que además de someternos a análisis varios (nutricionales, podológicos o de sangre), también es importante una valoración cardiológica en la que se incluya una prueba de esfuerzo.
Como ya sabéis, mis entrenamientos se han ido intensificando de un tiempo a esta parte y tomé la decisión de que había llegado el momento de realizar una prueba de esfuerzo. Para ello he contado con ICONICA SERVICIOS MÉDICOS donde el Doctor Fernando Huelin, especialista en Medicina Deportiva me atendió estupendamente y me explicó los procesos por los que pasaríamos.
¿Y qué es una prueba de esfuerzo?
Dentro de la medicina deportiva, la prueba de esfuerzo consiste en una valoración funcional del rendimiento físico del deportista. ¿Su nombre técnico? Ergoespirometría. Consiste en someter al deportista a un ejercicio físico incremental, donde la intensidad se va aumentando hasta la carga máxima que el deportista pueda soportar. Durante el transcurso de la prueba, todo está monitorizado para poder recoger datos electrocardiográficos y espirométricos con dos objetivos: establecer un diagnóstico de salud del deportista y aportar datos objetivos que permitan optimizar el entrenamiento.
Con los datos recopilados, el consumo de oxígeno (VO2) y la frecuencia cardiaca (FC), tendremos datos suficientes para determinar las intensidades de entrenamiento recomendables para conseguir mejorar nuestro rendimiento deportivo: umbral aeróbico y anaeróbico. Una prueba realmente importante a la hora de planificar correctamente las cargas de entrenamiento.
Por lo general la PE se puede hacer en tapiz rodante o bicicleta ergométrica y acompañado de una máscara que pueda medir el intercambio de gases. Como veis en las fotos, en mi caso y dado que normalmente entreno corriendo de forma más asidua que en bici, la PE la realicé sobre tapiz.
El doctor Fernando Huelin me explicó en todo momento cómo íbamos a proceder y los pasos que íbamos a seguir. Lo cierto es que uno se queda más tranquilo cuando tienes al lado a alguien que también es deportista y lleva una vida activa porque entiende mucho mejor el entrenamiento y estilo de vida que llevas.
Aún me queda una ECO y me dejaré en manos de la doctora Elisa Blanco, Cardióloga y miembro también del equipo ICONICA pero eso será ya a la vuelta de mis merecidas vacaciones. Me siento muy tranquila como deportista ya que estoy en mano de los mejores profesionales tanto a nivel de nutrición como entrenamiento y mi rendimiento físico va mejorando. Cuando os digo que hacer deporte es salud y vida…¡hacedme caso! 😉
Si queréis más información detallada sobre la PE en ICONICA SERVICIOS MÉDICOS, podéis dirigiros a su web aquí o consultar a través del teléfono 986909080.
Test de producto: BASE 25, vaselina deportiva