Obsesión por los “selfies”

Está claro: los selfies están de moda. Se acabó eso de “¿perdona, me puedes hacer una foto?. Coge tu Smartphone, alarga el brazo y “clic”, fotografía para el recuerdo (o para compartir inmediatamente en instagram). Según Phil González, creador de la citada comunidad de usuarios (Instagramers.com), “el selfie nació como una excusa divertida para enseñarse a uno mismo”. Esta red social contó el año pasado con una media de 72.000 fotografías diarias con el hashtag #selfie y el fenómeno se incrementaba durante el fin de semana.

El boom del “selfie” no habría sido tan disparado si no fuera por la ayuda de algunos ya mundialmente famosos como el del presidente de Estados Unidos, Barack Obama que se retrató con Thorning-Schmidt, la primera ministra de Dinamarca, y David Cameron, el primer ministro del Reino Unido, en el funeral de Nelson Mandela. O los de cantantes como Beyonce o Miley Cyrus que invaden sus redes sociales con autofotos que muchos de sus seguidores imitan.

Reconozcámoslo, somos un poco narcisistas (algunos más que otros) y la mayoría de las fotografías suelen ir acompañadas de algún comentario a través del cual demostramos lo “maravilloso” que ha sido nuestro día. ¿Creéis que exagero? Os invito a dar un paseo por el perfil de Benny Winfield, un estadounidense que desde el pasado mes de julio sube a su cuenta de Instagram un selfie diario y ya cuenta con más de 190.000 seguidores. ¿Liberación? Es probable. Si antes la libertad de expresión era más limitada, ahora ha explotado totalmente. Además, el carácter instantáneo y espontáneo de los selfies, suponen un aliciente a la hora de captar las imágenes.

Y vosotros, ¿tenéis algún selfie que podáis compartir? Aquí os dejo mi pequeña aportación (cuando en Galicia parecía que llegaba la primavera y hacía sol). ¡Ahora espero los vuestros en los comentarios! 😉

Obsesión por los “selfies”

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